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Mateo – resumen

Leslie M. Grant

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."

Mateo 11:29, 30

Mateo ("Regalo de Dios"), el primer libro del Nuevo Testamento, está escrito por necesidad desde un punto de vista Judía, y conserva una admirable continuidad con el Antiguo Testamento. Este libro presenta al Señor Jesucristo como el largamente esperado Mesías para Israel; por lo tanto, su genealogía se remonta hasta David y Abraham. Esta genealogía corresponde a la de José, estableciendo, por consiguiente, el derecho oficial al trono.

Pero Mateo es también el único libro de la Escritura que usa la frase "el reino de los cielos". Esto nos muestra que, mientras estaban bajo la ley, la autoridad del reino de Jehová había sido encomendada a los Judíos y Jerusalén, por consiguiente, había sido el sitio de su sede central, pero, con todo, debido al completo fracaso de Israel, Dios estaba revocando esta situación, y Su reino tendría ahora su sede central en el cielo. Él una vez había hablado en la tierra entre los Judíos: ahora Él estaba hablando desde el cielo. Por esta razón Mateo se refiere a menudo al reino de Dios como el "reino de los cielos." El Evangelio marca un cambio muy asombroso y completo en los modos dispensacionales de Dios; porque el Cristo, el verdadero Rey había venido y había regresado, de hecho, al cielo.

De forma consecuente con esto, debemos esperar que Mateo insista sobre un sometimiento minucioso y obediencia a la soberana autoridad del Señor Jesús -no a la ley, sino a Aquel que está más alto que la ley. "Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí." Por consiguiente, se pone énfasis sobre las obras, las obras de la fe, por supuesto; puesto que la autoridad (y no la gracia, como en Lucas), es el gran tema de Mateo. Cuán bueno será si estas lecciones se implantaran profundamente en nuestros corazones.